Si, en un supuesto muy remoto, los últimos 20 años los has pasado sin conexión a internet y recluido del contacto humano, tenemos que contarte una cosa (realmente tenemos que hablar de muchas cosas, pero por algún sitio hay que empezar). Tenemos que contarte qué es un podcast, el heredero digital de la radio analógica.
Aunque muchos los consideran de esa manera, hay un par de diferencias fundamentales entre los podcasts y la radio tradicional. La primera es que la escucha de los podcasts es atemporal y maleable (puedes empezar a escuchar un Podcast en Bangladesh en noviembre y acabarlo en Úbeda en enero), mientras que la radio nos obliga a la programación que haya ese día en Los40 principales. Además, producir un podcast es barato. Es cierto que profesionalizarlos en exceso quizás no, pero mientras todo el mundo tiene acceso a una grabadora, poca gente lo tiene a una emisora de radio ¿verdad?
Luego habría que determinar un par de cuestiones que convierten al podcast y a la radio analógica en una cosa muy parecida: se escuchan a través del oído (obviamente) y la temática es libre. Puedes encontrar podcasts de historia, de humor y de lo que se te ocurra.
Cabría añadir, además, que no hay una plataforma de podcast que unifique todo, sino que hay varias (muchas de ellas con el mismo contenido). Algunas de ellas son Podbean, Ivoox o el mismísimo Spotify.
Si quieres un ejemplo de podcast molón, molón, no te pierdas La Ratonera, el podcast sobre marketing de mousee con el tono más gamberro y divertido que puedas encontrar. Échale un ojo a los últimos capítulos.